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• Llega el momento de ensayar "Roxanne" de Molin rouge donde un cuerpo de bailarines amateurs nos damos cita en el anexo del palau San Jordi

• Días en los cuales pensé si tanto esfuerzo valía la pena, después de trabajar todo el día seguía con una maratón de baile y llegaba a casa descompuesto -y encima sin novio- y al día siguiente volvía a estar impartiendo mis clases o en el consultorio realizando masajes (ni que decir tiene que me dormía de pie) . A medida que pasaban los ensayos los integrantes del grupo de baile íbamos rompiendo el hielo y el ambiente se volvía más cálido. Había momentos que se nos hacia cuesta arriba; la coreógrafa improvisaba sobre el terreno y eso significaba repetir y repetir. ¿si ya se sabia de antemano que el número de integrantes rondaria de los 100 a los 150 ¿ porque perdimos tanto tiempo restructurando? Incluso un integrante lo expulsaron por que "sobraba" cuando había estado ensayando días previos a la cerimonia. Imperdonable.
  
  
  He aquí con algunos de los fenomenales bailarines y a mi lado Ana en su salsa
  

He aquí el ensayo de Roxanne. Gracias a Albert Rigat por sus filmaciones

El día de la inauguración nos citaron a las 18:30, yo terminaba de trabajar en Cerdanyola a las 20h así que llegué en taxi al Palau Sant Jordi y aluciné cuando vi que mis compañeros de baile los mantenian en una habitación. No habían estado ensayando, simplemente así los tenían controlados. !!!Menos mal que no llegué a pedirme la tarde libre para poder estar puntual a la cita!!!

Al mirar hacia las gradas y ver toda aquella gente unida por un frente común disfrutando de la magia de aquel momento, me sentí con la contradicción de sentirme muy pequeño y a la vez maravillosamente grande al decidir participar en esa aventura tan especial. Sentí pena por no poder grabar cada minuto transcurrido en la exhibición.

Todos nos sentíamos en esos momentos de igual forma; decididos y valientes. Percibí una energía colectiva que nos unía como si fuéramos uno solo. Desde las gradas se oía a la gente emocionada gritar y aplaudir. Yo era el único que bailaba sólo y aunque al principio en los ensayos me sentía tímido en mis movimientos; esta vez me sentía volar.

Tanto volé que en un momento de la actuación que debíamos de dirigirnos corriendo hacia el público llegué a demasiada velocidad hacia una grada -llena curiosamente de japoneses- y las suelas de los zapatos se deslizaron como si hubiera estado en una pista de patinaje. Caí de espaldas y pude escuchar nitidamente las exclamaciones y alguna que otra carcajada desde el suelo... Me levanté como si hubiera tenido un resorte en el culo quizás porque sabia que todos habían visto que !no llevaba calcetines! imaginaos elegantemente vestido y me había olvidado los calcetines en casa. El público sentado en las gradas languidecieron al contemplar mi aparatosa caída y ya en el suelo descubrieron mis blancos tobillos... Al acabar desaparecimos no sin antes oír una gran ovación.

Mi actuación de Bollywood para EUROGAMES en el village bajo un ardiente solazo

• Al final me quedo con las sensaciones vividas e inborrables de haber colaborado en un acto reividicativo y de haber participado con una de las formas que más me gusta expresarme: con el baile.